
(Según Ley 12.154 del Sistema de Seguridad Pública de la Provincia de Buenos Aires)
viernes, 6 de mayo de 2011
INAUGURACION DE LA BASE OPERATIVA TIGRE DE GENDARMERIA NACIONAL ARGENTINA

viernes, 18 de marzo de 2011
JUICIO POLITICO A DOS IMPRESENTABLES
miércoles, 16 de marzo de 2011
Nueva Fiscalía Antidrogas en el Distrito
ESPECIALIZADA EN INVESTIGACIONES DE DROGAS ILICITAS EN TIGRE

SABADO 19 DE MARZO A LAS 11 HS.
LISANDRO DE LA TORRE 314 ESQ. CALLE AZUL, TRONCOS DEL TALAR.
El Municipio de Tigre invita a todos los que quieran asistir a la inauguración de la Fiscalía Especializada en Investigaciones de Drogas Ilícitas, que se realizará el sábado 19 de marzo a las 11.00 hs. en Lisandro de la Torre 314 esq. calle Azul, Troncos del Talar.
La apertura de la Fiscalía ha sido posible mediante la celebración de un Convenio Marco de Cooperación entre la Fiscalía General del Departamento Judicial de San Isidro y el Municipio de Tigre con la finalidad de facilitar el acceso a la justicia a los ciudadanos del Municipio.
jueves, 3 de marzo de 2011
Nilda Garré designó a Marta Arriola en la Dirección de Participación Comunitaria del Ministerio Nacional de Seguridad
domingo, 2 de enero de 2011
Graffiti: ¿arte o delito?
El aumento de la actividad que desarrollan los llamados graffiteros ha sembrado de nuevo el debate y la preocupación por algunas pintadas que se visualizan en casi cada pared “limpia” de las grandes ciudades del mundo y que, en algunas ocasiones, destrozan el patrimonio de determinados inmuebles o históricas calles. ¿Es el graffitero un delincuente o un artista?
Más allá de que el graffiti está relacionado con los temas de seguridad pública, dado que estamos ante la presencia de daños a la propiedad, y asimismo, con los servicios públicos municipales, incluso; lo que prima en este debate es un enfoque más profundo hacia una solución efectiva y multidisciplinaría. En pocas palabras, un policía, un fiscal o un juez; endurecimiento de penas contravencionales y/o penales; no pueden ser la única solución a un fenómeno cultural de escala mundial que en las últimas décadas no hizo otra cosa más que agudizarse. Reconocer la verdadera profundidad de la raíz del problema es el principio de una solución con la complejidad necesaria para no caer en facilismos “fachistoides” de tenor netamente superficial.
Conocedores y afectados por esta actividad coinciden en todo momento en que es conveniente diferenciar el vandalismo callejero y el graffiti, pues en la sociedad se ha emprendido cierta "persecución" a esta confusa actividad. Hay gente que usa el graffiti como una forma de expresar algo. Aunque eso sí, hay obras que son magistrales. Pero claro, luego hay otras que parecen dañinos garabatos.
Los graffitis nacen en Nueva York durante los años 60, en principio se definían como urbanos o arte callejero. Según avanzó el tiempo, en algunos casos, se fueron convirtiendo en expresiones más profesionalizadas. De hecho, muchos de los principales artistas plásticos de los últimos años no reniegan de su pasado adolescente como graffiteros. Más allá de esto, el verdadero fin que buscan los graffitis tiene que ver la búsqueda de una fama entre sus pares a través de una representación. O sea: “Estoy aquí, y lo expresé en este lugar. Este soy yo". Es por esta razón que se debe insistir en educar a los jóvenes, propensos a estas actividades, a reconocer que una cosa es el vandalismo, y otra la escenificación de dicho arte.
Para la mayoría de las personas cuesta entender cómo es que hoy en día haya gente que atente de esta forma contra el patrimonio y el espacio público, sin entender que el significado de "lo público", refiere a que "es de todos", incluso de los graffiteros. No obstante, el graffiti es una expresión artística maravillosa que no tiene nada que ver con las pintadas que a veces se detectan en algunos bustos o muros.; es decir, estos son actos de vandalismo que desvirtúan este concepto cuando se destruyen bustos, señalizaciones, paredes de escuelas u hospitales, etc; los que si deben ser penados correspondientemente. Por eso, habría que partir del hecho de todo tipo de dibujo tendría que estar acorde con el entorno y el propio espacio donde se pretenda realizar.
Sin dejar de ser conscientes del daño que provoca este arte urbano, debemos alcanzar una única sintonía en el diagnóstico y así se podría alcanzar un consenso para la solución. Es decir, buscar soluciones complementarias a lo netamente penal o punitorio, tales como la habilitación de determinados espacios y de forma temporal, con el fin de que "el arte", pero que no "vandalismo", no desaparezca de la sociedad. En paralelo organizar grupos de jóvenes voluntarios para mantener limpios los demás sectores, promover consciencia y valores desde los espacios educativos.
Las soluciones al graffiterismo, radican en determinar con claridad el concepto de la actividad distinguiendo el arte del daño. Conjugar el respeto, el civismo y la verdadera recreación artística. El graffitero es un sujeto que busca una forma de recrear una expresión artística y no es un delincuente. Educar al graffitero, la mejor solución.