Foros Vecinales de Seguridad del Partido de Tigre, Pcia. de Buenos Aires (Según Ley 12.154 del Sistema de Seguridad Pública de la Provincia de Buenos Aires)
El Talar | Ciudad de Tigre | Gral Pacheco | Don Torcuato | Benavidez | Alte. Brown | Ricardo Rojas
El psicólogo Abraham Maslow, desarrolló dentro su Teoría de Motivación, una jerarquía de necesidades que los hombres buscan satisfacer.
Lo que nos da la clave de su teoría: Un ser humano tiende a satisfacer sus necesidades primarias (más bajas en la pirámide), antes de buscar las de más alto nivel. Por ejemplo, una persona no busca tener satisfechas de seguridad (por ejemplo, evitar los peligros del ambiente) si no tiene cubiertas sus necesidades fisiológicas, como comida, bebida, aire, etc.
Saquen conclusiones para reforzar el análisis y encontrar los verdaderos causales de la situación que atraviesa el país.
El siguiente es el texto desgrabado de la entrevista que mantuvieron el ministro Carlos Stornelli, Juan Carlos Paggi, Hugo Matzkin, y Gustavo Carabajal; con Mirtha Legrand.
(Los comentarios y preguntas expuestos por la Sra. Mirtha Legrand son solo puestos para contextualizar la charla. De ninguna manera creemos que su visión sea la del común de la población ni nada parecido. Lo destacado de esta nota son las respuestas del Ministro de Seguridad Carlos Stornelli.)
“Hoy, un tema que nos angustia a todos: la inseguridad. Vamos a tratar un tema que nos desespera a toda la comunidad; a toda la Argentina”. dijo Mirtha.
- Crio. Gral. Hugo Matzkin: “la prevención del delito involucra a muchas áreas. Hablando del área nuestra, la prevención es importantísima. Nos nutrimos en guarismos ciertos, con denuncias penales. El 911 fundamentalmente. La Policía acude inmediatamente, sin lugar a dudas. La Policía llega al minuto. La primera etapa se hizo en la gestión anterior, y hoy con un sistema de perfeccionamiento”.
- Crio. Gral. Juan Carlos Paggi: “es muy complicada la Provincia, pero se puede. Estoy esperanzado de que los frutos se van a ver en el corto y el largo plazo. Se está trabajando en políticas profundas.
- Carlos Stornelli: “Hay un reclamo importante, y lo estamos atendiendo con toda seriedad. El sentido común es lo que debe comandar las políticas. Muchas veces es cómo se utilizan las herramientas. En el pasado fue mucho peor. Lo que sucede es mucho. Hace seis años el delito era 10 veces más”.
- Mirtha Legrand: “¿Esta seguro de lo que dice?”
- Gustavo Carabajal: no coincido. Hay una sensación que se funda en el hecho de que cada uno tiene menos conocidos que no fueron víctimas de asaltos. Hay una acumulación de hechos, y hay hechos más violentos”.
- Mirtha Legrand: Dio las cifras de homicidios de la Procuración Provincial.
- Carlos Stornelli: “No, de ninguna manera. Menos del 20% es en ocasión de robo. Es una estadística común a muchos países. La gran mayoría son homicidios en riña, violencia familiar, ajuste de cuentas”.
- Mirtha Legrand: ¿Nos estamos acercando a Colombia?
- Carlos Stornelli: “De ninguna manera, no es así. Comprendo el dolor de una víctima. Nadie desconoce esa realidad, pero tenemos una tasa de 7 homicidios cada 100 mil. San Pablo, 40. No es una buena noticia para nosotros. Sabemos que debemos estar mejor”.
- Gustavo Carabajal: “Mucha gente ha tenido que cambiar las costumbres”.
- Carlos Stornelli: “Somos concientes de que la demanda va más rápido del ritmo posible que se puede ofrecer”.
- Gustavo Carabajal: “En los últimos hechos, como el de Etcharran o Cáceres, el Gobierno Nacional le jugó en contra a la Provincia porque la mayoría vive en Fuerte Apache. Ese barrio tenía control de Gendarmería, y la retiraron”.
- Carlos Stornelli: Respecto a que Arslanián dijo que se desmadró la seguridad, dijo: “son dos policías diferentes. Se están mostrando dos ideologías que poco tienen que ver la una con la otra. El gobernador Scioli impuso trabajar no contra la Policía, sino con la Policía. Se está modernizando y reequipando la Policía, todas las cuadrículas están cubiertas. Son autoría de Juanjo Alvarez, una medida eficiente para patrullar”.
- Respecto a que los policías a veces dicen que no pueden actuar porque no es su zona, dijo: “No es correcto. Hay gente que no cumple con su trabajo. No es el grueso de la fuerza. No es cierto (que los policías se tengan que comprar los chalecos). Algunos eligen no usarlos. Tenemos suficientes patrulleros. En materia de seguridad, todos los recursos son bienvenidos. La inseguridad cero no existe en ninguna parte, menos nosotros. El ciudadano común ya tiene otra mirada sobre su Policía. La cantidad de llamados al 911 se ha incrementado desde la gestión del gobernador Scioli. Lo vamos a llevar hasta todos los rincones de la Provincia. Cuando a uno se le ha vendido humo, la gente se harta. Vender humo es, por ejemplo, ofrecer soluciones mágicas.
- Mirtha Legrand: “Usted la está negando. Estamos viviendo momentos terribles”.
- Carlos Stornelli: “Estamos trabajando en las soluciones, pero no hay soluciones mágicas”.
- Gustavo Carabajal: “Existen zonas liberadas, hay investigaciones en Asuntos Internos que lo han demostrado. Hay policías presos que trabajaban con narcotraficantes. Los desarmaderos han recrudecido ahora. Se han desarmado con Juan Pablo Cafiero, pero se van un tiempo y vuelven. Saco gente de un lado para ponerla en otra, y ahí los delincuentes atacan. Existen tanto en la Provincia como en la Capital”.
- Carlos Stornelli: “Los delitos que ocurren en la zona norte tal vez, tengan más trascendencia mediática. Tiene que ver con la fantasía del delincuente, que cree que se va a encontrar con algo que después no se encuentran. Mandamos más de 100 efectivos en San Isidro, En ese sentido, San Isidro está bien. En el marco de una agenda negativa, es difícil comunicar lo bueno que uno ha hecho, a la gente no le interesa, siguen ocurriendo hechos. El año pasado, en San Isidro habíamos tenido 6 o 7 homicidios en ocasión de robo. Este año, ninguno”.
- Mirtha Legrand: “Por favor, ministro”. - Declaraciones de la mamá de Santiago Urbani (entrevista realizada anteriormente). - Mirtha Legrand: “nadie tiene derecho a sacarle la vida a nadie”.
- Carlos Stornelli: “Es terrible, no sólo este caso. Todos los que han ocurrido. El homicidio en ocasión de robo es el delito que más preocupa, junto con el secuestro extorsivo. Hay un crecimiento de un adicional de violencia”.
- Juan Carlos Paggi: “Tiene que ver con esta crisis que hemos sufrido hace 8 años atrás, que debemos tomar conciencia de esto. Estos menores eran niños, y fueron las víctimas de esa crisis, que los excluyó. No hay expectativa de vida, hay falta de horizontes, con la droga. Se está trabajando en esto. Se está trabajando en el “Plan Envión”. El Ministerio de Desarrollo está incluyendo a estos jóvenes. También se hacen tareas de contención de menores, que permiten trabajar en prevención. En una nota he dicho que hay una violencia irracional. Tiene que ver con esto. Estamos trabajando en el caso de Georgina y en otros, para darle una resolución inmediata. Estamos resolviendo los casos en menos de 24 horas. Queda el caso de Pedalino, de la zona oeste. Me duele horrores escucharla a Julia. No estamos preparados para enterrar a nuestros hijos, y menos en estas circunstancias”.
- Mirtha Legrand: “hay que actuar”.
- Juan Carlos Paggi: “hemos detenido a los delincuentes”.
- Mirtha Legrand se refirió a sus declaraciones días atrás, y les preguntó a todos si estuvieron mal.
- Carlos Stornelli: “Me parece bien, forma parte de la libertad de expresión. Muchas veces, el reclamo obliga al Estado a replantearse algunas posturas. Los reclamos son bienvenidos. La Provincia ha sido víctima de una corriente de pensamiento, que con grandes convicciones, participaba sin querer del reciclaje del delincuente. Se pensaba en que podía haber seguridad sin Policía, sin cárceles o contra la Policía. Esa idea prendió con mucha fuerza en la Provincia”.
- Gustavo Carabajal: “En la provincia de Buenos Aires no hay un lugar donde contener a “El Ángel”.
- Carlos Stornelli: “La gente ha sido variable de ajuste. En la Provincia hay 2 millones y medio de personas que no tienen nada. En esos barrios se refugian los delincuentes, que abusan de la gente decente. Hay violaciones, homicidios, paco”.
- Declaraciones de Tinelli, Susana, Mirtha (ya realizadas y expresadas mediáticamente). - Mirtha Legrand: “Dije lo que sentía, lo que vivo. No hay una persona de mi entorno a la que no la hayan asaltado. A usted le pasan mal las estadísticas; usted no quiere ver.
- Hugo Matzkin: “No es para hacerle halagos al ministro, el homicidio en ocasión de robo no se puede tipificar como un homicidio pasional. Si lo vemos igual, estamos engañando”.
- Gustavo Carabajal: “tampoco tienen un lugar las mujeres donde acudir cuando son maltratadas por sus maridos”.
- Hugo Matzkin: “Pero es intramuros. El homicidio en ocasión de robo, ha bajado. Tenemos el programa de seguimiento. Las tentativas de homicidio las seguimos”.
- Gustavo Carabajal: “Ha crecido la cantidad de gente que muere asaltada en la puerta de su casa”.
- Mirtha Legrand: “¿Y las salideras bancarias? Están en combinación con gente de adentro de los bancos. ¿Y las motos? Hay países donde no se permite ir dos personas”.
- Hugo Matzkin: “En los últimos hechos se han visto delitos de entradora: van caminando o en coches ruteando un barrio, y observan el descuido de una persona y ahí ingresan. La entrada de un auto es el momento más vulnerable. Hay una delgada línea roja entre el hecho y la posibilidad de una muerte porque los moradores están dentro de la finca. Los estamos analizando: se están resolviendo”.
- Mirtha Legrand: “Dio más cifras: 1776 denuncias en San Martín, 1393 en La Plata, 1319 en Lomas de Zamora. Le vi el gesto como diciendo, deja que yo contesto (a Matzkin).
- Hugo Matzkin: “No, no. Nosotros lo vemos por partido”.
- Mirtha Legrand: “Usted me enloquece. Yo se que los hechos ocurren, eso es lo auténtico”. Recordó el caso de los asesinatos en la planta transmisora.
- Juan Carlos Paggi: “Hay 7 detenidos y va a juicio oral en breve”.
- Gustavo Carabajal: “El fiscal investiga la hipótesis de que ahí guardaban droga, y se encontraron con los policías Forza, Ferrón y Bina”.
- Carlos Stornelli: “El gobernador Scioli salió a decir que era un crimen mafioso (respecto a que no se equivocó).
- Mirtha Legrand les preguntó si alguno estaba amenazado: todos dijeron que no.
- Gustavo Carabajal: “Ahora no, pero tuve problemas luego del asesinato de José Luis Cabezas”.
- Carlos Stornelli: “Hay muchos casos que quedaron sin esclarecer, y quedan en el olvido. El caso García Belsunce es un caso emblemático”.
- Mirtha Legrand leyó mensajes del público.
- Carlos Stornelli: “Se que la gente está cansada de que demos estadísticas, pero nos manejamos con estadísticas como herramienta interna del trabajo, sabiendo si estamos o no en la senda correcta. Es difícil comunicarle a la gente que tengan confianza, que estamos comprometidos, y estamos en el buen camino. Sé que la gente no lo cree, pero la Policía de la Provincia está comprometida, y todo el gobierno detrás, trabajando".
- Gustavo Carabajal preguntó si el gobierno nacional no los deja solos.
- Carlos Stornelli: “Estoy orgulloso de la decisión del gobernador Scioli en el tratamiento de la droga”.
- Mirtha Legrand: “las madres dicen acá venden”.
- Carlos Stornelli: “27 vidas combatiendo el delito, han entregado sus vidas por los demás. Muestra el aumento de la operatividad de la Policía, que enfrenta el delito como nunca”.
- Mirtha Legrand: “¿de dónde sacan las armas los menores?”
- Carlos Stornelli: “De cualquier parte. Es fácil conseguir armas en la Argentina. Tenemos record de armas recuperadas, que estaban en manos de delincuentes. Se consiguen, se roban”.
- Gustavo Carabajal: “Hay dos millones de armas en negro”.
- Mirtha Legrand: “Comentó el caso del cuñado de Macri”.
- Carlos Stornelli: “prefiero no hablar de ese hecho, porque la investigación es muy incipiente. Fue detenido con un arma”.
- Mirtha Legrand comentó que había sido amenazado.
- Carlos Stornelli: “Muchos de los llamados al 911 son mentira, y muchos de los secuestros también. Es espantoso, pero existe. Es cuestión de todos los días. Hay un protocolo de actuación, pero se trata de concurrir lo más rápido posible”.
- Juan Carlos Paggi: “El tema de las cárceles no pertenece a la órbita del Ministerio de Seguridad. Se están construyendo alcaldías”.
- Carlos Stornelli: “En 2008, hubo casi 4000 detenciones más que el año anterior, y este año la cifra se está incrementando. Se ha reducido el uso de las tobilleras para casos comprensibles. En la gestión anterior había muchas otorgadas. Se limitó el otorgamiento”.
- Mirtha Legrand: “Hay países donde se aplica mano dura; ¿acá cuál se aplica? ¿La mano dura, la mano blanda, la mano amiga?”
- Carlos Stornelli: “El delincuente gozó durante muchos años de mano amiga”. - Respecto a si los medios magnifican los hechos, dijo: “creo en la libertad de expresión y en el derecho a informar. Todos los días en la Provincia ocurren 10 a 15 hechos. Hay cerca de 16 millones de personas, es un pequeño país. Yo podría llenar todos los días los medios con esos hechos. Eso es cierto. Sepan que sabemos, compartimos, buscamos darle más poder a la Policía. Hay que denunciar todos los delitos. La Policía sufre (con el hecho de que entran por una parte y salen por la otra)”.
- Gustavo Carabajal: “Hay hechos que son para provocar confusión”.
- Carlos Stornelli: “Vamos a salir adelante”.
- Mirtha Legrand: “Los únicos privilegiados son los herreros, porque el país está enrejado”.
- Carlos Stornelli: “Y las agencias de seguridad".- Sobre el ingreso de policías: “Buscamos policías por vocación y no por salida laboral. El que viene por el sueldo, va a hacer otra cosa”.
- Mirtha Legrand: “El policía de la esquina era maravilloso”.
- Carlos Stornelli: “En la ciudad se perdió el policía de la esquina. Empezaron a matar policías en la calle, por eso los retiraron”.
LA NACION | Viernes 6 de noviembre de 2009 | Publicado en edición impresa por Marcelo Fabián Saín
En la Argentina, el trabajo policial es uno de los más precarizados en cuanto a las condiciones simbólicas y materiales de sus trabajadores, es decir, los policías. Muy pocos oficios tienen como singularidad la posibilidad cierta y tangible de que el trabajador muera o resulte lesionado durante su desempeño laboral. Esta posibilidad fatal no está presente en todas las actividades o especialidades policiales, ni lo está todo el tiempo, pero sí es habitual en algunas tareas específicas de alto riesgo. Lo cierto es que esa potencialidad, aun limitada, convierte el oficio policial en una labor extraordinaria.
Además, el policía operativo está todo el tiempo en contacto directo o indirecto con situaciones de violencia extrema, violaciones, asesinatos, accidentes fatales, riñas, mutilaciones y todo tipo de miserias y ultrajes. Convive y se relaciona como ningún otro actor social o institucional con asesinos, embusteros, traficantes, golpeadores, violadores, explotadores, corruptos y maleantes.
A ello se añaden cuatro condiciones de precariedad laboral que no son compartidas, en su conjunto, por ningún otro sector de la administración pública:
1) Los policías tienen salarios nominales y reales muy bajos, insuficientes para mantener mínimamente a sus familias sin necesidad de recurrir al doble empleo mediante la prestación de servicios policiales adicionales, de seguridad privada o cualquier otra changa, generalmente desarrollada "en negro". Asimismo, en estas labores paralelas, los salarios también son bajos. Ello hace que un policía difícilmente pueda dedicarse a su oficio de manera integral o a tiempo completo.
2) Trabajan en condiciones materiales e infraestructurales altamente deterioradas. El deterioro edilicio de las dependencias policiales, así como la falta de planificación y desarrollo logístico adecuado al trabajo policial, constituyen deficiencias tangibles. A ello se añade la insuficiente flota de vehículos y móviles policiales, y el atraso tecnológico en el sistema de comunicaciones. Algo análogo ocurre con los sistemas técnico-operacionales, el armamento y el equipamiento de investigación utilizados por nuestras policías: en general, resultan exiguos, vetustos o inadecuados. En definitiva, se trata de un ambiente material que irremediablemente deteriora las condiciones de trabajo policial.
3) Reciben una educación profesional deficiente, enmarcada en una institucionalidad militarizada y articulada básicamente en torno del entrenamiento disciplinario de orden cerrado, en el que lo único que vale es la sumisión ciega al superior en desmedro del discernimiento responsable. Marchar marcialmente, taconear, hacer la venia y cuadrarse constituyen gestos que son objeto de un trabajoso entrenamiento, pero no se pone el mismo énfasis en la formación de conocimientos y destrezas prácticas, ni en la adquisición de competencias profesionales que sirvan de base para los ascensos jerárquicos o la ocupación de cargos orgánicos. Y su educación formal, casi siempre episódica y escasa, tiene poco que ver con las prácticas y los valores concretos que se reproducen en las unidades policiales en las que transcurre el grueso de sus vidas laborales.
4) No están agremiados en sindicatos o asociaciones abocadas a la defensa de sus derechos profesionales. Tampoco cuentan con un defensor ( ombudsman ) o promotor dentro de la institución. Sus derechos no son cotejados por los organismos de derechos humanos y los sectores progresistas, que observan a las instituciones policiales como organizaciones mafiosas, represivas y corruptas. Para ellos, no vale escudriñar sobre las condiciones estructurales que favorecen las prácticas abusivas o deshonestas ni las violaciones a los derechos o la explotación laboral a que son sometidos la gran mayoría de los policías. Nadie, absolutamente nadie, parece entender que un policía cuyas libertades y derechos han sido pisoteados durante décadas difícilmente se convertirá en un servidor público abocado a preservar las libertades ciudadanas y a proteger los derechos de las personas.
Estas condiciones de precariedad laboral han sido exitosamente ocultadas por actores que se esfuerzan en impedir la visibilidad de estos asuntos. En primer lugar, el comisariato, garante de que las instituciones policiales sobrevivan aun estando colapsadas. Estas instituciones cuentan con un presupuesto masivamente destinado a pagar los magros sueldos de uniformados mayoritariamente abocados a labores administrativas y de apoyo, ajenas al control del delito. Sólo una parte exigua de la dotación de personal se dedica al desarrollo de labores operativas de prevención e investigación del delito. A cambio de gestionar este caos organizacional, el comisariato, salvo contadas excepciones, obtiene una masa de ingresos propios de gerentes de empresas transnacionales, autonomía operacional y poder político.
En segundo término, la clase política argentina, que ha delegado de manera recurrente el gobierno de la seguridad pública -un derecho de la ciudadanía y un deber de sus gobernantes- en el comisariato, y ha permitido ocultar la precariedad laboral de los policías. Así, los gobernantes -de derecha, de centro o de izquierda, sin distinción- no gobiernan la seguridad; los legisladores, nacionales y provinciales, miran para otro lado, por lo que perpetúan perversamente las bases legales y presupuestarias de este sistema institucional, que data de décadas, y los partidos políticos se convierten en maquinarias expertas en desconocer este problema y en sacarlo de la agenda política.
Y, finalmente, está la academia progresista, que es naturalmente proclive a interpretar y explicar, a través de sofisticados relatos sociológicos, por qué y cómo un niño se convierte en "pibe chorro", pero tiene una dificultad ontológica para abordar con esa misma destreza conceptual y teórica por qué y cómo un joven policía honesto se convierte, al tiempo, en un policía abusador, violento o corrupto. El "pibe chorro" es el resultado casi inevitable de la marginalidad social. Eso es cierto. Pero para el progresismo académico ese enfoque no sirve para dar cuenta de la violencia ilegal y de la corrupción regulatoria del delito como práctica ampliamente extendida en las instituciones policiales. Estos fenómenos no parecen ser emergentes de la pronunciada descomposición y pobreza institucional de las policías, de la precarización laboral de sus trabajadores de gorra y de la perversa ausencia de conducción política, sino que son resultado de una maldad congénita, que es natural en todo policía y que sólo algunos consiguen contener, casi por arte de magia.
Mientras tanto, el trabajo policial sigue siendo el más precarizado de la administración pública argentina. El autor fue hasta hace pocos días interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.